La jojoba o Simmondsia chinensis es un arbusto originario de los desiertos de México y Estados Unidos, que se ha adaptado muy bien a otras ubicaciones y ahora crece en varios países alrededor del mundo, incluido Chile.
El aceite de jojoba es más bien una cera líquida que se obtiene prensando las semillas y se utiliza sin necesidad de procesos de refinado. Su alto contenido de vitamina E, ácido linoléico y su altísimo porcentaje de ceramidas, lo convierten en un aceite de gran valor para la piel y el cabello, gracias a sus propiedades humectantes, regenerativas, reequilibrantes de la grasa corporal y anti-edad.
Las perlas de jojoba son especialmente beneficiosas como exfoliante ya que son microgránulos de cera de jojoba completamente esféricos, que limpian la piel en profundidad sin producirle microarañazos. Las perlas de jojoba eliminan las impurezas de la piel y las células muertas, favoreciendo la regeneración celular, equilibrando sus niveles de grasa y mejorando su elasticidad.
Especialmente indicado para pieles sensibles, mixtas, grasas o con tendencia al acné, el aceite de jojoba no produce reacciones alérgicas, tiene efectos antibacterianos y repara la barrera protectora natural de la piel, mejorando su aspecto.
Las perlas de jojoba, junto con las semillas de uva de nuestro gel de ducha exfoliante, son la forma perfecta de limpiar, hidratar y proteger la piel del cuerpo y del rostro.
Se encuentra en el siguiente producto: gel de ducha exfoliante.
