reflecciones sobre cambios

Momentos en que la vida necesita un cambio

Una experiencia que muchos compartimos a lo largo de nuestra existencia es la de llegar a un punto, en algún momento de nuestra vida, en que nos damos cuenta de que “algo” anda mal o no es como debería.

Si ese “algo” que nos hace sentir estancados, sin salida o en constantes problemas es un pilar fundamental de nuestra vida cómo la familia, las relaciones, los amigos, el trabajo o la salud física o mental, entonces, por doloroso que parezca, lo más sensato es reconocer que necesitamos tomar las riendas y hacer un cambo.

Dar un paso adelante y cambiar de rumbo no es fácil, pero con seguridad es lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos. Si algo no funciona, es momento de cambiar la dirección de nuestra vida, apuntar a nuevos horizontes y confiar en que cuando una puerta se cierra otra mejor siempre se abre.
Si has llegado a ese momento, queremos compartir contigo algunas reflexiones de Rania Naim:

“Tienes permiso de marcharte. Tienes permiso de abandonar cualquier historia que estés viviendo y en la que no te encuentres ni te ames a ti mismo.
Tienes permiso de dejar esa ciudad que apaga tu luz en lugar de hacerte brillar. Tienes permiso de hacer las maletas y empezar de nuevo en cualquier otro lugar. Puedes redefinir el sentido de tu vida.
Tienes permiso de dejar hoy mismo ese trabajo que odias y que no te permite ser quien de verdad eres, aunque el mundo entero te diga que no lo hagas. Tienes permiso de buscar algo que te llene de ilusión y te haga mirar al mañana con alegría.
Tienes permiso de alejarte de esa persona que amas pero que te trata mal. Tienes permiso de ponerte a ti en primer lugar, dejar de conformarte y marcharte si lo has intentado una y otra vez pero nada ha cambiado.
Tienes permiso de dejar ir a los amigos tóxicos. Tienes permiso de rodearte de amor y de personas que te alienten y te nutran. Tú puedes elegir el tipo de energía que necesitas en tu vida.
Tienes permiso de perdonarte, no importa si tus errores han sido grandes o pequeños, puedes ser amable contigo mismo y amarte incondicionalmente. Tienes permiso de mirarte al espejo y reconocer que realmente te gusta la persona que ves.
Tienes permiso de liberarte de tus propias expectativas y por supuesto de las expectativas de los demás.
Con frecuencia vemos el abandono como algo malo o lo asociamos con rendirse o abandonar, pero a veces el abandono es lo mejor que puedes hacer por ti mismo.
Irte te permite cambiar de dirección, empezar de nuevo, redescubrirte a ti mismo y al mundo.
Irte puede salvarte de quedarte atrapado en el lugar equivocado con la gente equivocada.
Irte abre una nueva puerta para el cambio, el crecimiento, las oportunidades y la redención.
Siempre tienes la opción de irte hasta que encuentres el lugar al que perteneces y lo que te hace feliz.
Incluso puedes dejar atrás tu antiguo yo y reinventarte.”

Confía en la voz de tu corazón si te dice que tienes que hacer un cambio. Confía en el universo si aún no ves el nuevo camino, con seguridad estará esperando por ti. No te escondas en el miedo o la comodidad, que harán que tu luz se debilite. Si algo no va bien, busca siempre una solución, un cambio, una salida. Recuerda que cambiar de rumbo no es huir sino avanzar.

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