En qué piensas cuando piensas en una mujer hermosa? Seguro que te viene a la mente la imagen de una actriz o modelo, alta, delgada, con las curvas justas y bien delineadas y, por supuesto, sin un gramo de grasa. Esa chica joven y radiante a la que cualquier ropa le va perfecta, incluyendo el bikini más pequeño y sexy.
Ese es el estereotipo de la belleza que la sociedad actual se ha encargado de grabarnos a fuego gracias a la televisión, el cine y las revistas. Es como si nada que no cumpla con esas “medidas perfectas” pudiera ser considerado bello.
Tristemente nos hemos creído ese “cuento” y nos pasamos la vida intentando acercarnos, aunque sea un poco, a esa belleza. Gastamos mucho dinero en tratamientos de belleza, cremas reductoras y anticelulíticas, dietas milagrosas y hasta cirugías que prometen dejar nuestro cuerpo como el de una modelo.
Por supuesto, en el 99,9% de los casos, transformarnos en esa modelo que tanto admiramos no es posible, por lo que terminamos frustradas, avergonzadas de nosotras mismas y, lo más triste, dejamos de amarnos y valorarnos.
Pero… piénsalo por un momento: esa es realmente la belleza? Por supuesto que no!
Todas, cada una de nosotras, somos bellas de una manera única y perfecta y no sólo por fuera sino también por dentro. Deja de una vez de compararte con otros, por muy “perfectos que parezcan”, relájate y sé tu misma.
Disfruta de la vida lo más que puedas, sin pensar en las apariencias. No te conviertas en una de esas personas que no se viste como realmente le gustaría o no va a la playa porque se avergüenza de su cuerpo. Esa falta de amor por ti misma sólo te causará estrés y te hará sentir infeliz. Deja de lado lo que los demás puedan opinar de ti, de tu imagen o de tu figura, nunca podrás gustarle a todos, lo importante es que tú estés cómoda contigo misma.
Cuida tu cuerpo, por supuesto, para mantenerte sana y sentirte vital, pero hazlo por ti y no por la imagen que pienses que debes tener. Y lo más importante, cuida tu belleza interior, esa que no se mide en centímetros ni en kilogramos.
Sé auténtica, ríe, llora, enójate si es necesario, perdona, baila, canta, relájate y vive cada momento. Intenta sacar de tu vida el estrés que hace que tu cara esté afligida y tu mirada luzca triste. La vida no es perfecta, las personas no somos perfectas, pero hay belleza en todo lo que nos rodea y, por supuesto, en ti misma, no lo olvides y, por encima de todo amate a ti misma tal como eres.