El perfume, al igual que el vino, sufre cambios con el tiempo.
La variación más obvia suele ocurrir con el color, pero el olor también puede cambiar, lo que puede ser un poco más molesto.
Al igual que los vinos finos, lo primero que ocurre con el transcurso de semanas, meses e incluso, en algunas ocasiones, años, es que el perfume adquiere un color más oscuro. Esta alteración es causada por oxidación y luz. En términos técnicos utilizados en química, lo que sucede es que los aldehídos del perfume se vuelven ácidos. ¿Qué significa esto? Significa que el perfume se ha oxidado. Esto ocurre principalmente de dos maneras: cuando el líquido entra en contacto con el oxígeno (por ejemplo, según va disminuyendo el contenido del frasco de perfume, el espacio vacío se llena de CO2) y debido a la acción de la luz natural.
Aunque es una pena que tu perfume pierda su color inicial, es bueno que sepas que este cambio no daña tu piel. Incluso si un perfume ha estado abierto más tiempo del recomendado, puedes seguir usándolo sin ningún problema. Es posible que la fragancia se haya alterado con el tiempo, pero probablemente ni siquiera lo notarás, ya que el cambio ocurre gradualmente y tu nariz se acostumbra poco a poco.
Sin embargo, si deseas que la deliciosa fragancia a Monoi de tu Eau de Parfum Anakena permanezca intacta y fiel a su aroma original, que es seguro lo que te ha cautivado, entonces debes intentar protegerlo de estos cambios.
¿Qué puedes hacer para almacenar tu perfume correctamente? Aquí hay tres consejos indispensables:
→ Mantenlo alejado de la luz solar, idealmente dentro de un armario o en su propia caja (el lindo estuche Anakena) y evita los ambientes húmedos.
→ Mantén la tapa del envase cerrada cuando no lo uses. De esa forma también evitarás la evaporación del perfume.
→ Guárdalo en un ambiente fresco: no es mala idea guardarlo en el frigorífico si la temperatura supera los 20 ° C, especialmente durante los calurosos días de verano.
El perfume es esencialmente una creación: una obra de arte que evoluciona con el tiempo. Los perfumistas recomiendan que se reemplacen cada pocos meses para respetar la esencia de la creación del perfumista, es decir, su forma y fragancia originales.
