En el corazón del sur del océano Pacífico, en la enigmática Isla de Pascua —también conocida como Rapa Nui—, se extiende una playa que parece salida de un sueño: Anakena. Esta joya de la Polinesia chilena, ubicada en la bahía Haŋa Rau o te Ariki , cautiva a quienes la visitan con su arena blanca de coral, el azul cristalino de sus aguas y el perfil inconfundible de los moáis que la vigilan desde tiempos ancestrales.
Anakena no es solo la playa más famosa de la isla, sino el escenario donde, según la tradición oral rapanui, desembarcó el primer ariki, Hotu Matu’a, dando inicio a la historia y cultura únicas de Rapa Nui. El nombre mismo de Anakena encierra parte de esa magia: proviene de la combinación de “ana” (cueva) y “kena” (el nombre local del piquero, Sula dactylatra), un ave marina que aún anida en la isla. Así, Anakena puede traducirse como “cueva del piquero”, evocando la íntima conexión entre la naturaleza y la vida ancestral de la isla.
El paisaje de Anakena es inconfundible y profundamente evocador: palmeras que se mecen con la brisa, aguas tranquilas ideales para nadar y hacer snorkel, y dos ahu monumentales que dominan la escena. El Ahu Nau Nau, con sus siete moáis —algunos de ellos aún con sus tocados de escoria roja—, es uno de los conjuntos mejor conservados de la isla. Muy cerca, el Ahu Ature Huki, restaurado en 1956 con la participación de la comunidad local, fue el primer moái erigido de nuevo en tiempos modernos y sigue siendo símbolo de la resiliencia y el orgullo rapanui.
Pero Anakena también es un lugar de descubrimientos arqueológicos que han cambiado la forma en que el mundo entiende la cultura de Rapa Nui. En 1978, la arqueóloga Sonia Haoa y el arqueólogo Sergio Rapu hallaron en este sitio un fragmento de ojo de moái, tallado en coral blanco y escoria roja. Este hallazgo fue clave para demostrar que los moais originalmente tenían ojos incrustados, un detalle que añade aún más misterio y humanidad a estas esculturas monumentales.
Hoy, Anakena es un lugar vivo: es el punto de encuentro de la comunidad local, que la disfruta como espacio de descanso y celebración, y de viajeros de todo el mundo que llegan atraídos por su belleza y su historia. La playa suele formar parte de los recorridos turísticos de día completo y es, sin duda, el mejor lugar de la isla para disfrutar del mar, la arena y la atmósfera mágica que solo Rapa Nui puede ofrecer.
Para nosotros, Anakena es mucho más que un nombre: es una inspiración y un homenaje a la belleza, la historia y la cultura de un lugar verdaderamente único en el mundo. Elegimos este nombre para nuestra marca porque queremos transmitir, a través de cada producto, el respeto y la admiración que sentimos por este rincón del Pacífico, donde la naturaleza y la tradición se funden en una armonía difícil de encontrar en otro lugar del planeta.
Referencias científicas:
Rapu, S. & Haoa, S. (1978). «The Discovery of the Eye of a Moai». Rapa Nui Journal, 2(2), 1-3.
Martinsson-Wallin, H. (1994). «Ahu – The Ceremonial Stone Structures of Easter Island». Uppsala University.
Fotos: © Yvan Neault
